Tal como se predijo, el sábado fue un excelente día de montaña; nieve abundante, sol suave y luz de invierno, casi ausencia de viento... y el manto parece estable.
En la Majada Baja |
En la Majada Alta, 4 esquiadores nos preceden |
Gran panorama de cima.
Xuans y Dientes de Batanes |
Vignemale |
Frondellas - Balaitús |
Taillón, Cilindro... |
Infiernos |
El descenso fue genial. La pala cimera algo pelada por los vientos desmereció un poco, pero desde el collado hasta la majada baja disfrutamos un montón.
Y luego el bosque. Ese precioso bosque que guarda un misterio: se trasforma. Cuando subes, sientes que cada vez estás más cerca del cielo mientras el balneario se va hundiendo en un profundo hoyo. Te sientes volando sobre los esquís hacia la cima.
Pero la vuelta... Se convierte en un bosque infinito, nunca acabas de bajar. Está todo roto y desordenado, se acabó la armonía, lleno de trampas.
Por fin llegamos al lago helado, sanos y salvos.
Sólo eran cuatro palabras para describir las condiciones de esquí del Garmo, porque más no puedo: llegar a Tramacastilla y en la puerta de casa me caigo y me rompo la mano derecha.
Mañana me operan.
Salud!