Desde el aparcamiento del Portalet iniciamos por la pista roja de Espelunciecha. Hay pocos esquiadores y ... poca visibilidad.
Aparcamiento Espelunciecha |
Barranco Grallera |
Pronto dejamos de sentir la civilización para ascender por el fondo del barranco. Casi ni se siente la silla de Espelunciecha, sí la ratrac. A nuestras espaldas aún se quiere abrir el paisaje, pero subiendo casi no vemos las espátulas de nuestros esquís.
Decidimos acercarnos hasta el collado en vez de coger directamente la pala hasta la cima porque el cielo se confunde con la nieve. Igual acabamos en el paraíso sin queder...
En el collado con el Anayet de fondo |
Anayet y Vértice en la niebla |
Desde el collado tienta continuar hacia el Cuyaralet y hacer una circular, pero no merece la pena. Descalzamos las tablas para la corta trepada de roca que nos deja en la arista y voilà! estamos en la cimica.
Cima Gralleras |
El descenso, no sé, ¡casi ni nos hemos enterado! Sin darnos cuenta nos topamos la pista negra de Grallera y bajamos por ella. ¡Qué rápido! Demasiado, no es ni mediodía. Ayer una salida para almorzar, hoy de desayuno, a ver si el próximo finde hacemos la del té.
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