Volvemos de Dolomitas todavía con ganas de invierno y nos sorprende un Valle de Tena a rebosar de nieve y con un riesgo de aludes 4 por encina de 2.200m. Así que nos vamos a nuestro jardín de invierno, al Circo de Anéou. No creo que haya que regarlo... Está espléndido, tan bucólico y placentero como siempre.
Pese a las predicciones llueve y esperamos dentro del coche aparcados en el parking de la Cabane de l´Araille (1.730m) hasta pasadas las 10:00h. En una pequeña tregua decidimos salir. Como no se ve nada nos dirigimos hacia el Pico Canal Roya (2.347m), que hay huella. Los clásicos son los clásicos. Hay muchísima nieve y bastante húmeda. Esta noche no ha habido el menor rehielo. ¡Es increíble cómo asciende la temperatura!
Poco a poco avanzamos cómodamente por el valle hasta llegar sin ver nada al pequeño circo que forman Peña Blanca, Canal Roya y Pico Gradillère. Hacemos cima sin panorámica y sin disfrutar ni un segundo de la vista del gran Midi d´Ossau. Se hace raro. El calor es sorprendente.
Pero lo realmente sorprendente es el descenso: el cielo se abre y la nieve se deja esquiar. Encantados llegamos al coche. Apetece volver a poner pieles y dirigirse hacia el Col de L´Ou, pero la calidad de la nieve y la temperatura nos hacen desistir. Nos tendremos que conformar con una cervecita...
Ayer llegamos al Valle de Tena en primavera, venga llover. Nos despertamos en invierno, ¡qué de nieve! Y acabamos la ruta en verano, con la cerveza en la terracita al sol.
Así estaba nuestro jardín de invierno.
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